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sábado, 18 de diciembre de 2010

La frigidez


Ser o no ser frígida esa sería la cuestión. Saber si se es realmente frígida o no, si se trata de un simple accidente de paso o de un estado profundo, tranquilizaría a muchas mujeres que disimulan su angustia tras un velo de falsa felicidad. No se puede definir la frigidez con precisión, como si se tratara de una enfermedad con síntomas concretos  comprobados. Para intentar definir desde un punto de vista médico la frigidez, los especialistas han esbozado retratos, listas de síntomas y causas; sin embargo, si se las compara, entre ellos se advierten contradicciones. Es prácticamente imposible llegar a una conclusión, sin embargo, muchos investigadores han acertado o estado muy cerca de la solución. En todo caso, todos ellos han aportado un enfoque lúcido al problema. Las contradicciones provienen del hecho de que la frigidez varía de una mujer a otra, de un caso a otro.

Hay una diferencia entre los diversos casos posibles de frigidez y la forma de vivir esta frustración. A la manifestación de la frigidez, hay que agregar la personalidad de la mujer, su vivencia sexual, su entorno familiar, social, su pasado psicológico, etc.

Si las cosas en este terreno empiezan a verse con más claridad, se debe a que las mujeres están empezando a expresarse. Hasta épocas recientes, ninguna mujer  hubiera confesado a quien fuera, ni siquiera a un médico, lo que sentía o.. lo que no sentía. Las confidencias solo se hacían entre las propias mujeres y eran limitadas, vergonzosas, entre miembros de una misma familia, lo que significaba.. un simple intercambio de ignorancia. No insistiremos sobre las posibilidades y los conocimientos ahogados por la moral, las costumbres sociales, aunque deberíamos agregar que hasta hace muy poco las mujeres ignoraban todo respecto a su propio cuerpo. La educación quería mantenerlas como seres asexuados, con una madurez mal definida sexualmente, incapaces de revelar lo que no  podían comprender. Al no saber como estaba constituido su cuerpo, tampoco sabían cuando había algo que funcionaba mal. encerrada en su gheto sexual, la mujer siempre era mal comprendida por el hombre, aunque se tratara de un médico inminente.

Hoy en día, la mujer ha empezado a conocerse y acepta expresarse.

Al estar mejor informada, sabe descubrir en ella o en el seno de la pareja las deficiencias, los fallos. Solo le queda dar el paso que la conduzca al especialista para mejorar su caso de una manera consciente..
Saber si se es o no realmente frígida.

La liberalización de la sexualidad, al permitir la elaboración de obras sobre el tema, al facilitar el intercambio de opiniones, incluso de sensaciones, de las mujeres entre ellas, despertó en alguna la terrible pregunta : ¿seré frígida?

Un texto mal interpretado, y aparece la duda, la confesión de una amiga que cuenta experiencias íntimas puede producir la sospecha de anormalidad. Los especialistas conocen muy bien a estas “ falsas frígidas” como las llaman. Se trata generalmente de mujeres que no conocen bien a su cuerpo, o han recabado  aquí y allí información falsa, o son víctimas de los restos de tabúes o errores pasados en nuestra civilización.

¿Quiénes son  estas falsas frígidas?
·         Las mujeres que se quedaron con la diferencia establecida por la teoría freudiana entre el orgasmo vaginal y el orgasmo clitorídeo. Experimentan una sensación aguda,  un placer real y arrollador, pero limitado a la zona del clítoris. Están persuadidas de no ser normales porque ni tienen este tipo de sensaciones a nivel vaginal. Por poco, que hayan leído sobre este tema, conocen la versión freudiana: la mujer que no tiene orgasmos vaginales es infantil si se la compara con la mujer que experimenta orgasmos vaginales, símbolo de madurez. Si la pareja conoce esta teoría, la mujer se siente culpable, persuadida de que está dotada de una sexualidad infantil y poco desarrollada. Va a lanzarse en persecución del orgasmo vaginal, convenciéndose de que es frígida y probablemente resolverá consultar con un especialista.

·         Las mujeres que tienen del orgasmo una concepción superior a las sensaciones que experimenta. Tal vez han leído  obras con falsa información, en las cuales el placer aparece bajo la forma de un vendaval, o de un torrente tumultuoso, durante el cual se puede perder la conciencia, etc.  Puede ser también que hayan escuchado las intimidades a menudo exageradas de algunas mujeres. Han sublimado siempre el orgasmo, pensando que se trataba de una sensación mucho mas fuerte que la que ellas experimentan. Se siente  desdichadas  si comparan  sus sensaciones con lo que han leído  y no tardan mucho en empezar a creerse frígidas.

·         Las mujeres que han hecho del orgasmo un “retrato-robot”.  Para esta clase de mujeres, se trata de una sensación precisa en intensidad, duración, localización  y momento en que aparece. Son normalmente individuos muy racionales que han leído y analizado fríamente una cierta información sobre la sexualidad. Muy menudo desprovistas de fantasía en sus relaciones sexuales, no tiene un apetito marcado en lo que se refiere a su vida sexual, pero experimentan un orgasmo normal y satisfactorio. Sin embargo, no están conformes y se comparan con las sensaciones que consideran normales, llegando a creerse frígidas.

·         Las mujeres que por razones psicológicas o físicas conocieron tardíamente la experiencia orgásmica. Esta solo pudo producirse debido a ciertos fenómenos que veremos detalladamente mas adelante, la primera vez, después de un parto o una interrupción de embarazo ( voluntario o no), o  exclusivamente, durante los días que preceden a la menstruación. Estas mujeres, que hasta que tuvieron el primer orgasmo se creían normales, descubren lo que antes no experimentaron y  en el momento en que están atravesando  un periodo de potencia, se empiezan a tomar por frígidas.

A estas falsas frígidas, el especialista no puede mandarlas a casa, diciéndoles que “todo va bien “: lo que es válido para un estado físico banal empieza a tambalearse cuando el factor psíquico influye también. No basta con asegurar a una mujer que no es frígida: siempre pensará que padece alguna anomalía que no ha sido captada. Lo que importa es abrirle los ojos para mostrarle una verdad y una evidencia que ignoraba o había interpretado mal: al mismo tiempo se eliminan las causas de su conflicto. Este no se hubiera producido si ella se hubiera enterado, de que la distinción entre orgasmo clitorídeo  orgasmo vaginal es un error de Freud con importantes consecuencias porque fue difundido por toda una escuela de psicoanalistas. En la actualidad está probado que no es necesario que la mujer, durante su vida sexual, pase del orgasmo clitorídeo  supuestamente infantil al orgasmo vaginal de la madurez psicosexual. Solo hay una clase de orgasmo, que tiene su centro inicial en el clítoris, por la sencilla razón de que es la zona más apta, en el transcurso de la vida, para captar la estimulacion sexual. Como tiene una importante concentración de nervios, es más sensible que la vagina, que tiene unas paredes y una entrada con poca inervación

 Si un orgasmo es muy intenso, puede ser capturado también por la vagina con una intensidad de contracciones rítmicas bastante variable. Del mismo modo, en ciertos individuos y cuando se produce cierto tipo de orgasmo, es posible que tengan lugar determinadas contracciones espasmódicas del perineo y de los músculos del esfínter. Los casos son raros, pero ocurre e indican un orgasmo bastante violento.

Si se interrogan a diez mujeres sobre lo que significa el orgasmo, obtendremos diez respuestas diferentes. Cada mujer lo experimenta de una forma y lo describe con un estilo propio. Desde un punto de vista médico, se puede describirlo como “una explosión  sensorial enorme sin equivalentes. una explosión corta y violenta…seguida de una relajación rápida”. sin embargo, es evidente que una mujer que no ha experimentado esta sensación, encuentra difícil imaginarla. . A menudo, la imaginación desbordada de alguna mujer que ha leído obras demasiado fantásticas o ha escuchado intimidades excesivamente  exageradas se sentirá seguramente desilusionada ante la realidad. Suele ocurrir también que tanto al  hombre como a la mujer les gusta hacer gala de sus proezas sexuales y las de su pareja y las magnifican. La mujer que escucha este relato y lo toma al pie de la letra comenzará a inquietarse y a preguntarse por sus propias experiencias con su pareja y le parecerán banales….

Si el orgasmo se puede definir, no por este motivo deja de ser variado de una mujer a otra, en duración, intensidad y frecuencia. Los orgasmos varían, aun en la misma mujer, de uno a otro. No se pueden establecer datos precisos que den información sobre un orgasmo tipo, como para evaluar la calidad y la plenitud de cada caso en particular.

Del mismo modo, no puede considerarse la frecuencia del orgasmo como prueba de satisfacción plena. Tampoco debe ser un índice determinante del descubrimiento tardío de la vivencia orgásmica. Sí se han registrado casos en que las mujeres descubren el orgasmo después del parto, por ejemplo, seguramente estamos aludiendo a individuos que tienen una vasocongestión pélvica débil. Como las regiones genitales están mal o poco irrigadas, la excitación es limitada. Si esta irrigación sanguínea aumenta por cualquier motivo, el orgasmo aparecerá en las relaciones sexuales habituales. Son las mujeres que únicamente experimental la vivencia orgásmica en el momento inmediatamente anterior a la menstruación.
Fuente: Maraflash 

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